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Last Updated on octubre 18, 2024 by Elizabeth Minda-Aluisa


¿Alguna vez te has golpeado el dedo meñique del pie contra la esquina de la cama o el codo contra un mueble? Esa sensación es insoportable, ¿verdad? Un dolor que puede ser sorprendentemente intenso ahora imagínate vivir con ese dolor.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés) define para 1979 al dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial, o descrita en términos de dicho daño, esta descripción realizada de forma verbal.

Pero para el año 2020 se actualiza la definición como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o parecida a un daño tisular real o potencial donde se incluye a todos quienes no pueden expresarlo verbalmente, como los lactantes, personas adultas mayores e incluso animales, pues la descripción verbal es sólo uno de los diversos comportamientos para expresar el dolor; la incapacidad para comunicarse no niega evidentemente la posibilidad de experimentar dolor.

Por otra parte, dentro de este gran concepto, al dolor se lo ha clasificado de acuerdo con varios aspectos como su localización, duración o quizás su intensidad. Sin embargo, para el 2019 la Organización Mundial de la Salud lanzó la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-11 y se puede observar como en el caso del dolor crónico existen siete subgrupos, demostrando que el dolor puede y debe ser considerado como una enfermedad por si sola.

Dolor Crónico

Es importante reconocer que el dolor es siempre una experiencia personal que depende de la tolerancia individual, influenciada en distinta medida por factores biológicos, psicológicos y sociales. Así tenemos entonces, que cada persona experimenta el dolor en diferentes formas y grados.

Ahora bien, podemos centrarnos en una de las formas de dolor denominado ‘el dolor crónico‘, éste es aquel que se repite o persiste durante meses, e incluso años, y puede impactar profundamente la vida de una persona. Afecta múltiples aspectos de la vida cotidiana, como las relaciones laborales, la autoestima, el bienestar emocional y hasta puede desencadenar problemas como la depresión o el aislamiento social. A esto se le conoce como síndrome de dolor crónico (CPS, por sus siglas en inglés).

El dolor crónico, puede tener múltiples causas. A veces, el envejecimiento normal afecta los huesos y las articulaciones, provocando este tipo de dolor. Otras causas comunes incluyen daño neurológico o lesiones que no sanan adecuadamente. Sin embargo, en muchos casos, el origen del dolor crónico es tan complejo que resulta difícil de diagnosticar con precisión.

El estigma del dolor

¿Alguna vez has estado acostado en la cama y sentido que cada movimiento te causa dolor en todo el cuerpo? o ¿Te has despertado sintiéndote paralizado o con una rigidez total? o tal vez, ¿has experimentado dolor en todo el cuerpo a lo largo del día?

Vivir con dolor crónico es un desafío enorme. No solo implica enfrentarnos al malestar físico constante, sino también lidiar con el impacto emocional que tiene en nuestra salud mental. A esto se añade el estigma que rodea al dolor crónico en nuestra sociedad, lo que puede hacer la experiencia aún más difícil.

Quienes padecemos dolor crónico a menudo enfrentamos el juicio, el escepticismo e incluso la incredulidad de amigos, familiares e incluso profesionales de la salud. Este estigma puede llevar al aislamiento, haciendo aún más difícil sobrellevar y controlar el dolor.

El dolor crónico es una realidad que millones de personas viven cada día, y aunque no siempre sea visible, su impacto es profundo. Como sociedad, es fundamental que cultivemos la empatía hacia quienes lo padecemos, comprendiendo que su experiencia es válida y compleja. Escuchar sin juzgar, ofrecer apoyo emocional y promover un entorno inclusivo y comprensivo son pasos esenciales para mejorar la calidad de vida de quienes vivimos con dolor crónico.

Al final, la empatía puede ser uno de los mejores alivios para el peso invisible que muchos cargan en silencio. ¡El dolor crónico es invisible NO imaginario!


Enlaces:

  1. The revised International Association for the Study of Pain definition of pain: concepts, challenges, and compromises. PAIN.
  2. Hablando del dolor crónico. Elsevier Atención Primaria
  3. The IASP Revised Definition of Pain. PMC.
Elizabeth Minda-Aluisa