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Last Updated on mayo 27, 2025 by Elizabeth Minda-Aluisa


A lo largo de la historia, el poder político ha estado marcado por una abrumadora presencia masculina. Sin embargo, en distintas partes del mundo, algunas mujeres lograron abrirse paso y ocupar los cargos más altos de liderazgo, e incluso en contextos muchas veces adversos, han logrado mostrar su liderazgo con excito.

Según la ONU-Mujeres, a pesar de tímidos avances, la participación femenina en la política global sigue siendo insuficiente y enfrenta múltiples obstáculos. Algunos datos globales sobre la representación femenina encontrados en la ONU-Mujeres señalan:

Estadística


  • A enero de 2025, hay 25 países donde 28 mujeres se desempeñan como Jefas de Estado y/o de Gobierno.
  • Únicamente el 27,2% de los escaños parlamentarios nacionales están ocupados por mujeres, porcentaje que aumentó desde el 11% registrado en 1995.
  • Al menos del 23% de los ministerios están dirigidos por mujeres, y estas suelen liderar carteras relacionadas con derechos humanos, igualdad de género y protección social, mientras que los hombres dominan áreas como economía, defensa y asuntos exteriores.
  • Con el nivel de avance actual, se estima que la paridad de género en los cuerpos legislativos nacionales no se logrará antes de 2063.

¿Quiénes fueron las primeras mujeres en liderar un país?

Estas mujeres no solo rompieron con las normas establecidas de su época, sino que, desde realidades culturales y políticas muy distintas, abrieron el camino para que muchas otras mujeres pudieran soñar con liderar grandes empresas o incluso países. Conozcamos un poco más sobre algunas mujeres qué lograron destacar:

  1. Khertek Anchimaa-Toka

Fue una política soviética de Tuvá que, en 1940, se convirtió en la primera mujer sin sangre real en asumir la jefatura de un Estado moderno, al ser nombrada presidenta del parlamento de la República Popular de Tuvá. Nacida en una familia campesina, superó adversidades como la pérdida temprana de su padre y hermano debido a la viruela. A pesar de las limitaciones educativas de su entorno, aprendió a leer y escribir en mongol, y fue una de las primeras en dominar el alfabeto tuvano recién creado en 1930. Su formación en la Universidad Comunista del Este en Moscú, la preparó para roles políticos de liderazgo. Durante su mandato, promovió la alfabetización femenina y movilizó recursos para apoyar el esfuerzo bélico soviético en la Segunda Guerra Mundial. Se desempeñó como Jefa de Estado hasta la incorporación del país a la Unión Soviética en 1944, aunque luego asumió como Vicepresidenta del Comité Ejecutivo de Tuvá hasta 1961.

  • María Estela Martínez de Perón

La primera mujer jefa de Estado de Argentina y en Sudamérica, fue también la primera presidenta del mundo. Se trata de María Estela Martínez de Perón, conocida como Isabel Perón, quien hizo historia en 1974 al convertirse en la primera mujer presidenta del mundo, al asumir la presidencia de Argentina tras la muerte de su esposo, el general Juan Domingo Perón. Su mandato fue complejo y estuvo marcado por una profunda crisis económica, creciente violencia política y conflictos internos. Aunque llegó al poder por sucesión y no por elección directa, su figura marcó un antes y un después en la política latinoamericana, al abrir el camino para que otras mujeres alcanzaran las más altas esferas del poder. Fue derrocada por un golpe militar en 1976 que la dejó detenida durante cinco años hasta su eventual exilio a España.

  • Elisabeth Domitien

Élisabeth Domitien fue la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra en África, al ser designada jefa de gobierno de la República Centroafricana en 1975. Líder carismática y firme defensora de los derechos de las mujeres, también fue una destacada figura dentro del movimiento en pro de la independencia de su país. Su nombramiento marcó un hito en la historia del continente, aunque su tiempo en el poder fue breve: apenas un año después fue destituida por oponerse a ciertas decisiones del entonces presidente Jean-Bédel Bokassa. A pesar de su corta gestión, Domitien dejó un legado como pionera en la lucha por la participación femenina en la política africana.

  • Margaret Thatcher

Margaret Thatcher, conocida como la “Dama de Hierro”, fue la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra del Reino Unido, desde 1979 hasta 1990. Su llegada al poder marcó un hito en la historia política global, no solo por romper con una larga tradición masculina en el liderazgo británico, sino también por implementar un estilo de gobierno firme y una agenda económica profundamente transformadora. Bajo su mandato, promovió el liberalismo económico, redujo el papel del Estado en la economía y enfrentó con dureza a los sindicatos. Su liderazgo dejó una huella indeleble tanto en la política británica como internacional, generando admiración y controversia a partes iguales.

  • Vigdís Finnbogadóttir

Vigdís Finnbogadóttir fue elegida presidenta de Islandia en 1980, convirtiéndose en la primera mujer en el mundo elegida democráticamente como jefa de Estado. Su elección marcó un hito en la historia del liderazgo femenino y simbolizó un importante avance en la igualdad de género. Con una formación intelectual en literatura y teatro, y una destacada carrera como promotora cultural, Vigdís se ganó el respeto de su país por su cercanía con el pueblo, su defensa del medio ambiente y su compromiso con la educación. Fue reelegida en tres ocasiones en 1984, en 1988 y 1992 y permaneció en el cargo durante 16 años, siendo una de las presidentas más duraderas del mundo democrático, lo que generó que Islandia llegara a conocerse como “el país más feminista del mundo”. En 1998 fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco en reconocimiento a su contribución a la promoción de la diversidad lingüística y la educación multilingüe.

  • Ellen Johnson Sirleaf

Ellen Johnson Sirleaf hizo historia en 2006 al convertirse en la primera mujer elegida presidenta en África, al asumir el liderazgo de Liberia tras años de guerra civil. Economista de formación y con experiencia en organismos internacionales, Sirleaf llegó al poder con una promesa de reconciliación, reconstrucción y lucha contra la corrupción. Su mandato fue reconocido por los esfuerzos en estabilizar el país, promover los derechos de las mujeres y restablecer las instituciones democráticas. En 2011 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, compartido con otras dos activistas, por su lucha no violenta a favor de la seguridad y participación de las mujeres en los procesos de paz.

¿Qué obstáculos tenemos las mujeres?

ONU-Mujeres identifica dos tipos principales de obstáculos que limitan la participación política de las mujeres:

  1. Barreras estructurales: Leyes e instituciones discriminatorias que restringen las oportunidades de las mujeres para votar o postularse a cargos públicos.
  2. Brechas de capacidades: Menor acceso a educación, redes de contacto y recursos necesarios para ejercer un liderazgo efectivo. Además, la violencia política de género es una preocupación significativa.

Las mujeres nombradas anteriormente, solo son algunas que no solo hicieron historia al llegar a lo más alto del poder político, sino que también desafiaron estereotipos y abrieron el camino para que muchas otras se atrevieran a liderar. Sus trayectorias nos recuerdan que el liderazgo femenino no solo es posible, sino esencial para construir sociedades más justas, inclusivas y representativas. Aún queda mucho por avanzar, pero el legado de tantas mujeres lideres sigue inspirando a nuevas generaciones a romper barreras y asumir su lugar en la toma de decisiones, forjando un mundo más equitativo y justo.


Enlaces:

  1. Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Naciones Unidas.
  2. Monthly ranking of women in national parliaments. IPU Parline.
  3. Women in Local Government. Un Women.
Elizabeth Minda-Aluisa