Last Updated on abril 8, 2021 by Elizabeth Minda-Aluisa
Este artículo fue publicado originalmente en Revista Digital Microbios.
El Sistema Inmunológico de nuestro cuerpo es el ejército que nos protege, entre otras cosas, ante organismos como virus y bacterias para así no enfermarnos, pero ¿Sabías que en ocasiones los soldados de este ejército piensan que las células de tu cuerpo son el enemigo al que hay que atacar?
Este tipo de autosabotaje lo tienen las personas que padecen las llamadas enfermedades autoinmunes (EA), que no son más que un mal funcionamiento del sistema inmune en el momento en el que los autoanticuerpos señalan como enemigas a células aparentemente sanas, lo que deriva en enfermedades en algunos casos crónicos y graves.
Muchas de esas enfermedades también son conocidas como enfermedades raras (ER) o poco frecuentes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cerca de 7.000 enfermedades raras que afectan, aproximadamente, al 7% de la población mundial, muchas de ellas son enfermedades autoinmunes.
Estas enfermedades afectan tanto a los países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo y las diferencias podrían evidenciarse en la capacidad diagnóstica del sistema de salud del país, las posibilidades económicas de las personas con la enfermedad, el conocimiento de ese tipo de enfermedades e incluso el echo de que algunas ER’s pueden ser prevalentes en ciertos países y en otros no estar presentes. En el Ecuador, por ejemplo, no existen estadísticas suficientes sobre las enfermedades raras y menos aún sobre las enfermedades autoimmunes.
¿Pero cuál es su origen?
El espectro de las EA’s es tan amplio que puede abarcar desde procesos órgano-específicos, como la diabetes mellitus tipo 1, la tiroiditis de Hashimoto o la anemia hemolítica autoinmune, entre otras, hasta las enfermedades sistémicas, como el lupus eritematoso sistémico, la esclerosis sistémica o el síndrome de Sjögren, entre otras. Técnicamente cualquier órgano podría verse afectado por una enfermedad autoinmune.
La mayoría de los científicos y médicos mencionan que las EA’s son de origen genético, es decir, múltiples genes están implicados en la aparición de la enfermedad, todos ellos enfocados tanto dentro como fuera del Complejo Mayor de Histocompatibilidad del sistema inmunológico.
Sin embargo, el ambiente también ejerce una influencia, ya que, en estudios con modelos experimentales, factores nutricionales, como el consumo de calorías y ácidos grasos, actuaron en el aparecimiento de la autoinmunidad.
Lo que siempre será preocupante de estos males es que aún ignoramos la mayoría de sus mecanismos biológicos.
¿El origen de las Enfermedades Autoinmunes es solo genético?
En los últimos años este tema ha sido muy investigado, y la hipótesis manejada es que algunos virus tendrían la capacidad de generar una enfermedad autoinmune. Al principio varios indicios indicaban que esta asociación era de manera indirecta o basados en datos epidemiológicos, pero estudios, sobre todo en modelos animales, han permitido demostrar que ciertos virus pueden desencadenar una EA.
Uno de los primeros virus identificado como responsable de varias EA’s es el virus de la hepatitis C, que se ha demostrado como el agente causal de la mayoría de los casos de crioglobulinemia mixta “esencial” y de muchos casos de poliarteritis nudosa, síndrome de Sjögren y un síndrome similar al lupus.
Otro virus, que estudios indican que aumenta el riesgo a contraer una enfermedad autoinmune es el virus de Epstein-Barr, conocido por causar mononucleosis y siete enfermedades más entre ellas lupus, esclerosis múltiple y artritis reumatoide.
También se sugirió, el virus del Zika, como otro virus involucrado en el aparecimiento de una enfermedad autoinmune, pues, según información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en varios países donde se presentaron brotes de la enfermedad viral hubo, al mismo tiempo, un aumento del Síndrome de Guillain-Barré que es una enfermedad del sistema nervioso en el cual el propio sistema inmunitario daña las neuronas y causa debilidad muscular y a veces parálisis.
¿Por qué en la actualidad se escucha sobre la asociación de las Enfermedades Autoinmunes y los virus?
Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia por COVID-19, el pasado marzo de 2020, son dos las noticias por las que el virus SARS-CoV-2 y las EA’s han sido asociados.
Primero por los posibles efectos devastadores que podría causar el virus en una persona autoinmune. Lamentablemente la información y el conocimiento disponible son limitados y si para cualquier persona la situación es complicada, para aquellas que sufren una EA, las dudas y temores pueden ser mayores.
Según los datos de la OMS, la tasa de mortalidad más alta, por COVID-19, se ha identificado en pacientes mayores de 60 años y personas con comorbilidades (presencia de uno o más trastornos médicos) como enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedad respiratoria crónica, hipertensión, y afecciones renales.
Hasta el momento, no se han reportado muertes asociadas con enfermedades autoinmunes, sin embargo, aún hay mucho por investigar.
La segunda razón por la que las EA’s fueron asociadas a la pandemia fue porque en búsqueda de tratamientos que curen la enfermedad, muchos de los que se utilizan en enfermedades autoinmunes empezaron a probarse para la COVID-19 con la idea de inhibir, de manera temprana, la respuesta del SARS-CoV-2 con fármacos inmunosupresores.
Sin embargo, las investigaciones realizadas daban resultados variados que no permiten llegar aún a una conclusión, más bien, en algunos países como el Ecuador, se produjo un desabastecimiento de los medicamentos esenciales para las EA’s y las personas que realmente lo necesitaban no podían acceder a este. Hasta el momento, no existe un medicamento que tenga el potencial de curar la COVID-19.
EA’s: la importancia de informarse en fuentes confiables
La duda y el miedo puedo llevarnos a tomar malas decisiones. Si eres una persona que tiene una enfermedad autoinmune no hay nada mejor que acudir a canales oficiales para buscar información. Existen sitios webs oficiales de distintas sociedades, asociaciones o federaciones de pacientes donde podrás conseguir información fiable; en Ecuador existen, por ejemplo, la Sociedad Ecuatoriana de Reumatología (SER).
Recomendaciones muy claras e importantes para seguir:
- NO suspender los medicamentos sin consulta médica previa.
- NO automedicarse en ninguna circunstancia.
- SIEMPRE dialogar con tu médico, él/ella podrán ayudarte.
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