Posted on

Last Updated on abril 28, 2024 by Elizabeth Minda-Aluisa


Cada año, se lleva a cabo la Semana de Vacunación en Las Américas (SVA), una iniciativa promovida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia vital de la vacunación para la prevención de enfermedades infecciosas.

Otros de los objetivos son promover la equidad y garantizar el acceso completo a los esquemas de vacunación, especialmente en poblaciones vulnerables, incluyendo aquellos que viven en zonas rurales, fronterizas y con acceso limitado a servicios de salud.

El lema para el 2024 es: “Actúa ahora para proteger tu futuro. #Vacúnate“.

Pero ¿qué es una vacuna?

Las vacunas son biológicos diseñados para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades. Estas contienen pequeñas cantidades de agentes infecciosos, como virus o bacterias, fragmentos de estos microorganismos o toxinas producidas por ellos debilitadas o inactivas.

Al ser administradas, las vacunas estimulan una respuesta inmunitaria en el organismo, generando la producción de anticuerpos y células de memoria que brindan protección contra futuras infecciones. De esta manera, las vacunas permiten al cuerpo combatir de manera eficaz las enfermedades, evitando su aparición o reduciendo la gravedad de los síntomas.

Cuando nuestro organismo es invadido por un agente extraño (microorganismo), siempre genera una respuesta inmunológica. Esta respuesta conlleva la producción y estimulación de células que van a reconocer y fagocitar (ingerir) al agente invasor y/o la producción de anticuerpos, los cuales marcan o señalan al sistema inmunológico cual es un agente invasor, para su posterior destrucción. Como este proceso puede durar varias semanas, una vez, el agete extraño es eliminado, las células del sistema inmune conservan lo que se denomina células de memoria, las cuales pueden responder rápidamente a infecciones posteriores por este mismo microorganismo, evitando así las reinfecciones.

Estas células de memoria son la clave en las vacunas, estos microorganismos o toxinas inactivadas, logran generar una respuesta inmunológica y por ende, serán las que nos defiendan contra los microorgaismos patógenos.

Es por ello, que sin duda, las vacunas son un componente fundamental de la medicina preventiva y han demostrado ser altamente efectivas en la prevención de enfermedades y en la protección de la salud pública.

¿Por qué es importante vacunarse?

La vacunación es una de las intervenciones de salud más importantes y efectivas de la historia. Vacunarse no solo protege nuestra propia salud, sino también la de toda la comunidad. Las vacunas previenen enfermedades graves y a menudo mortales, reduciendo el riesgo de contagio y propagación de enfermedades infecciosas.

Además, la vacunación desempeña un papel crucial en la erradicación de enfermedades. Por ejemplo: ¿Sabías que gracias a la vacunación se logró la erradicación de una enfermedad? En efecto, la viruela es la única enfermedad humana que por ahora ha sido erradicada por completo. Además, casualmente, fue la primera vacuna desarrollada por el hombre. En 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente la erradicación de la viruela, tras un esfuerzo global de vacunación.

Edward Jenner (1749-1823) realizando la primera vacunación contra la viruela a James Phipps, un niño de ocho años, el 14 de mayo de 1796, retratado al óleo Ernest Board.

Este logro histórico, demuestra el poder y el impacto de las vacunas en la protección de la salud pública y en la eliminación de enfermedades que antes suponían una amenaza para la humanidad. De hecho la Polio (ocasionada por el poliovirus), es otra enfermedad que está a punto de ser erradicada del mundo, aunque ya fue erradicada en América desde 1994, debido a los esfuerzos de vacunación.

Nuevas vacunas

La evolución de las vacunas ha sido fascinante, y un ejemplo destacado de ello es el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19. Desde que el inglés Edward Jenner administró la que se considera la primera vacuna de la historia en 1796 contra la viruela, los avances en la ciencia de las vacunas han sido espectaculares. En el caso de la vacuna contra el COVID-19, la comunidad científica ha logrado un progreso extraordinario en un tiempo récord. Gracias a los avances en tecnología y a la cooperación global, se han desarrollado múltiples vacunas altamente eficaces en menos de un año desde que se descubrió el virus.

Cabe considerar por otra parte, que el uso de plataformas basadas en ARN mensajero o vectores virales ha sido clave para acelerar el desarrollo de las vacunas contra el COVID-19. Estas nuevas tecnologías, iniciadas en principio por la bioquímica húngara Katalin Karikó y el inmunólogo estadounidense Drew Weissman, han permitido una rápida modificación de las vacunas existentes y han demostrado ser seguras y eficaces en la inducción de una respuesta inmunitaria protectora. Ahora bien, la evolución de las vacunas, en particular la de COVID-19, demuestra la capacidad de la ciencia y la innovación para afrontar desafíos globales de salud. Además, este avance ha sentado un precedente para futuras emergencias sanitarias, mostrando que es posible desarrollar y distribuir vacunas efectivas en un tiempo récord, cuando la ciencia y la cooperación global se unen en pro de la salud mundial.

¿Qué son los movimientos anti-vacunas?

Los movimientos antivacunas son grupos de personas, que expresan escepticismo o rechazo hacia las vacunas por diferentes motivos (sanitarios, religiosos, científicos, políticos y filosóficos) y promueven la idea,  que su uso es innecesario o peligroso. Estos movimientos, han existido a lo largo de la historia, pero han ganado más atención en la era de la comunicación digital. Los argumentos presentados por los antivacunas, se basan en información errónea o desacreditada, a menudo difundida a través de las redes sociales y otros canales en línea provenientes de supuestos u observaciones puntuales, nunca acompañados de la metodología científica.

A pesar de que la evidencia científica y médica respalda rotundamente la seguridad y eficacia de las vacunas, los movimientos antivacunas han ganado adeptos y han contribuido a la disminución de las tasas de vacunación en algunos lugares. Esto crea un riesgo para la salud pública, ya que una menor cobertura vacunal puede conducir a la reaparición de enfermedades ya controladas y además, ponen en peligro a aquellas personas que no pueden recibir vacunas debido a su edad o afecciones médicas (pacientes autoinmunes, trasplantados, entre otros).

Combatir la desinformación y educar sobre los beneficios de las vacunas es fundamental para mantener altas tasas de vacunación y proteger la salud de la comunidad en general.


Enlaces:

  1. Vaccines and immunization. Organización Mundial de la Salud.
  2. ¿Por qué vacunarse?. Senesciencia.
  3. Vacunas contra la COVID-19. Organización Mundial de la Salud.
  4. El desarrollo de nuevas vacunas. Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica
  5. The different types of COVID-19 vaccines. Organización Mundial de la Salud.

Elizabeth Minda-Aluisa