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Last Updated on abril 16, 2021 by Elizabeth Minda-Aluisa


Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Digital Microbios.


La tuberculosis (TB) es una enfermedad antigua: los estudios de esqueletos humanos muestran que ha afectado a los seres humanos durante miles de años.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, son una iniciativa impulsada por Naciones Unidas para dar continuidad a la agenda de desarrollo tras los Objetivos de Desarrollo del Milenio, son en total 17 objetivos que, entre otros, incluye el objetivo 3.3 que quiere poner fin a la epidemia de tuberculosis para 2030, pero, los datos son alarmantes y demuestran que la tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortíferas del mundo.

La causa de esta enfermedad permaneció desconocida hasta el 24 de marzo de 1882, cuando el Robert Koch anunció el descubrimiento del bacilo responsable, posteriormente llamado Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Se trata de una enfermedad curable y prevenible. La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos de estos bacilos para quedar infectada.

Es así que cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis. Este año el lema es El tiempo corre’, haciendo referencia a que en 2014 los líderes mundiales adquirieron el compromiso de poner fin a la epidemia mundial de TB reduciendo el número de muertes y la tasa de incidencia para el año 2035.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a esta estrategia ‘Fin a la TB’ (#EndTB). Sin embargo, las cifras expuestas en el Informe Mundial de Tuberculosis 2020 de la OMS hace pensar que la tarea será complicada.

Datos y cifras

Países que tuvieron al menos 100.000 casos incidentes de TB en 2019. (Informe Mundial de TB 2020)
  • Geográficamente, la mayoría de las personas que desarrollaron TB en 2019 se encontraban en las regiones de la OMS de Asia Sudoriental (44%), África (25%) y el Pacífico Occidental (18%), con porcentajes más pequeños en el Mediterráneo Oriental (8.2%). América (2.9%) y Europa (2.5%).
  • Ocho países representaron dos tercios del total mundial de tuberculosis: India, Indonesia, China, Filipinas, Pakistán, Nigeria, Bangladesh y Sudáfrica.
  • Un total de 1.4 millones de personas murieron de tuberculosis en 2019 (entre ellas 208.000 personas con VIH). En todo el mundo, la tuberculosis es una de las 10 principales causas de muerte y la principal causa por un único agente infeccioso (por encima del VIH/sida).
  • En 2019 enfermaron de tuberculosis 1.2 millones de niños en todo el mundo. Los proveedores de salud suelen pasar por alto la tuberculosis infantil y adolescente, que puede ser difícil de diagnosticar y tratar.
  • Se estima que en 2019 enfermaron de tuberculosis 10 millones de personas en todo el mundo: 5.6 millones de hombres, 3.2 millones de mujeres y 1.2 millones de niños. La tuberculosis está presente en todos los países y grupos de edad. Es curable y prevenible.

La problemática detrás de la TB ha sido afectada de manera negativa por la pandemia de COVID-19 pues los recursos humanos, financieros y de otro tipo se han resignado, así como los sistemas de recopilación de datos y presentación de informes. Los países más afectados se encuentran en Asia y en África, pero es un problema sanitario relevante en todo el mundo. Es necesario implementar todas las medidas para evitar cualquier estigmatización o discriminación de las personas afectadas por cualquiera de estas condiciones, a través del respeto a la confidencialidad y la protección de sus derechos humanos, entre otras acciones.

Otro de los factores que ahonda la problemática de la TB en el mundo es la resistencia bacteriana, sobre todo la tuberculosis multirresistente pues representa una crisis de salud pública y una amenaza para la seguridad sanitaria. En 2019 se detectaron y notificaron en todo el mundo un total de 206.030 personas con tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina, lo que supone un aumento del 10% en comparación con las 186.883 personas de 2018. Aproximadamente la mitad de la carga mundial de tuberculosis multirresistente se registra en tres países: la India, China y la Federación de Rusia.

Hay que destacar, también, que muchas personas desconocen que la TB es una enfermedad zoonótica, es decir, una enfermedad que puede transmitirse de animales a humanos y viceversa. Es así como normalmente el ser humano se ve afectado por Mycobacterium tuberculosis, mientras que en los animales se encuentra más frecuentemente M. bovis o M. caprae. Todas bacterias causantes de la TB agrupadas en lo que se conoce como el Complejo Mycobacterium tuberculosis (CMT).

Según el Informe Mundial de Tuberculosis 2020 de la OMS, se estima que 140.000 nuevos casos de TB zoonótica ocurrieron a nivel mundial en 2019, esta estimación se deriva de datos sobre M. bovis (tuberculosis bovina), la causa más común de TB zoonótica a nivel mundial. Dado que otras especies de micobacterias también pueden causar tuberculosis zoonótica, la verdadera carga puede ser mayor.

La lucha contra la tuberculosis representa uno de los mejores ejemplos de la necesidad de aplicar el enfoque y las premisasOne Health – Una sola salud promovido por la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), que reconoce la importancia de la triada: salud humana, sanidad animal y salud ambiental.

La TB es una enfermedad que aún significa un gran desafío a nivel mundial. Se estima que entre 2000 y 2019 se salvaron 60 millones de vidas gracias al diagnóstico y el tratamiento de la tuberculosis. Acabar con la epidemia de tuberculosis para 2030 es la meta y depende de todos. Esto es especialmente crítico en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha puesto en peligro los progresos realizados en el marco de la iniciativa Fin a la Tuberculosis.


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Elizabeth Minda-Aluisa